Tras el fallecimiento de un familiar, los herederos deben atribuirse los bienes del difunto, pero, aunque se trate de un proceso aparentemente sencillo, el reparto puede complicarse si los herederos tienen mala relación y no consiguen alcanzar un consenso. Si el difunto ha dejado testamento, en él vendrán designados los herederos -normalmente descendientes y viudo/a– así como los bienes que deben integrar el caudal hereditario –bienes inmuebles, dinero en cuentas bancarias, depósitos, etc). Ahora bien, llegado el momento de efectuar las adjudicaciones a cada heredero, es cuando surge la problemática, […]